Los pasados meses he estado practicando varios hábitos, y tres de ellos me han enseñado a valorar más mi proceso del crecimiento personal.
1. Levantarme a las 5:00am 2. Organizarme de madrugada y el tercero, te lo cuento luego de los primeros dos puntos. ¡Dale pa' abajo!
Levantarme temprano no ha sido fácil, la verdad. Pero, le he tomado mucho cariño. Si me levantaba para trabajar en un patrono a las 5am, ¿por qué no hacerlo para mí? Así que, comencé a integrarlo en mi diario. De lunes a viernes me suelo levantar de 5:00am a 5:15am, hago mi rutina de cuidado para la piel, hago ejercicios de estiramiento, camino en la trotadora, y algunos días saco unos minutos para hacer 3 rutinas de ejercicios. Practico pedir perdón con papá Dios y el universo, dar gracias por un nuevo día y meditar con mi energía sobre la persona que quiero proyectar en el futuro. Organizo mi día y comienzo mi jornada a tiempo pasivo. De 8am a 9am suelo desayunar, tomo mi tiempo para hacer las cosas del hogar entre 10am a 12pm, mientras almuerzo. A veces estoy pegada desde 6am hasta 1pm trabajando, pero pico algo entre medio. De 2pm a 3pm, mientras trabajo, me gusta salir a tomar sol, merendar algo o darme mi cafecito. Ya de 4pm a 5pm voy terminando mis cositas, reviso y programo mi próximo día. De 5pm en adelante, me encargo de realizar actividades de ocio y si tengo una que otra cosa pendiente, la hago con pausas de por medio. Intento acostarme a dormir entre 8pm a 9pm.
Los fines de semana y algunos lunes si no tengo tanto trabajo los utilizo para tomar cursos en línea sobre algo que quiero aprender, ver algún tv show en un tema del cual me interese, compartir con mi familia y sacar mis horas para hacer entregas de comida. Si me conoces de años atrás, se lee no creíble. Me ha costado mucho trabajo llegar a este punto, pero se pudo.
3. Comenzar a decir que no a favores que no aporten tiempo al mío.
Al decir no más seguido, he notado como el comportamiento de tu entorno comienza a influir sobre tu estado habitual. Como los demás realmente te ven, y te valoran actualmente, en comparación con el antes. Ves el interés de cada persona hacía ti, con detalles que antes no veías. Incluso, notas enormemente el como te ahorras tiempo, y energía en situaciones que no pediste. Se lee un poco cruel esto que voy a comentar, pero debes medir si lo que haces hacía los demás, además del "me hace sentir bien", favorece a tu "me conviene".
Estructura tu tiempo, ponte fechas, y horas límites. No dejes que los demás interrumpan tus disciplinas. Recuerda que sin disciplina, no hay consistencia, y sin consistencia, no vas a lograr llegar a donde realmente quires estar. Valora tu tiempo, y lo que haces. Ayuda en lo que puedas, pero prioriza tu capacidad, y se consciente del límite al que puedes alcanzar con otros. ¡Hasta la próxima!
Comments